4 de diciembre de 2012

Desastre


Sastre que hace todo mal.

Además de confeccionar unos trajes espantosos, es un peligro
manejando las tijeras y los alfileres, que terminan clavados en las
muñecas y los tobillos de los clientes.



Un diálogo frecuente entre un Desastre y su cliente es el siguiente.

Cliente:
-¡Áuch!
Desastre:
-¡Úps!

A veces la conversación termina con el “DIIIRUUUU-DIIIRUUUU”
de una ambulancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario